La causa que investiga los asesinatos de Paloma Gallardo, de 16 años, y Josué Salvatierra, de 14, tiene nuevo fiscal, el doctor Darío Provisionato, de la Unidad Funcional de Instrucción 1 de Florencio Varela. Peritarán un celular secuestrado en Río Negro para saber si es el que pertenecía al joven. No descartan ninguna hipótesis.
Tras la renuncia del primer fiscal que intervino en el caso, Hernán Bustos Rivas, quien alegó amenazas por parte del abogado de la familia de Josué, intervino un nuevo investigador, quien hasta el momento, según fuentes del caso, no descarta ninguna hipótesis.
El último dato importante en la pesquisa es que el IMEI del celular de Josué se activó el 10 de febrero en General Roca, provincia de Río Negro. Ese aparato fue rastreado y secuestrado por orden de la Justicia y se espera que llegue a Buenos Aires en las próximas horas para que los agentes de Cibercrimen puedan dilucidar si se trata en efecto del teléfono del joven.
El hombre que tenía consigo el Samsung A2, mismo modelo utilizado por el menor asesinado, declaró que había adquirido ese teléfono en agosto, que se había comprado otro y había dejado el primero en un cajón, el cual encendió el 10 de febrero nuevamente.
Lo llamativo es que el teléfono móvil hallado tiene el mismo IMEI que el de Josué, es decir el mismo código o huella que distingue a cada dispositivo, y según fuentes del caso “es muy difícil, casi imposible, que dos celulares tengan el mismo IMEI”.
Por este motivo es que la pericia para saber si coincide el sistema operativo y si efectivamente es el celular del joven será fundamental en la investigación.
Se conoció cómo fue el último chat entre los jóvenes antes de ser ultimados
De la pericia a las redes sociales y las conversaciones entre Paloma y Josué se desprenden las palabras que intercambiaron ambos antes de encontrarse para dirigirse al descampado en Arturo Capdevilla y colectora de Ruta 36, debajo del puente Bosques, donde los asesinaron brutalmente.
En el chat, que se adjuntó al expediente, se puede leer que ambos acordaban tener encuentros en ese sitio para tener intimidad. Ese día, la muchacha adujo un impedimento de salud, a lo que Josué le respondió: “Vamos igual”.
Para sorpresa y escalofríos de algo premonitorio, Paloma le contestó “a ver si todavía nos roban y nos matan”, en clara referencia al peligro del descampado, dominado por la contaminación, la inseguridad, la nula luminaria y un sitio que es tierra de nadie.
Lo central para el nuevo fiscal son los datos objetivos y las pruebas recabadas, y en función de eso poder reconstruir el hecho, y por ese motivo todavía no hay una hipótesis ni un móvil principal, ya que no se descarta nada. La zona, como denunciaron los vecinos de Bosques, hace años está abandonada por el Estado, y en esta pesquisa juega en contra que ni Trenes Argentinos ni el Municipio de Florencio Varela cuentan con cámaras de seguridad para poder esclarecer el hecho.